“Retrato de manos y flores” es una pieza escénica enfermiza que hibrida géneros como la danza, el teatro de texto y de gesto y que principalmente articula lenguajes como la corporalidad, la composición sonora, la poética y la plástica.
Un brindis a la vida y la muerte. Un algo de un no sé qué que no sabe explicarse todavía. Un trabajo arqueológico sobre la pena. Un trabajo etimológico sobre el dolor. Un proceso de envasado hipnótico que sirva como avituallamiento para lo que tenga que pasar. Único lugar de certeza y artefacto contra el olvido. Una historia que se presenta casi como una alucinación sobre la búsqueda de la identidad. Una veladura de mil capas que intenta definir un quién a través de un cómo caótico y obsesivo.
Retrato de manos y flores
